Por sorpresa un día la reclamaron,
como maestra de francés,
y tuvo que dejar Granada
por un nuevo amanecer
Cuando conquistó las calles,
de la tierra murcianica
No echó de menos Granada
por una temporaica.
Si tuviera que vivir
en ella algunos añicos,
sólo añoraría el mar
donde dar sus paseicos.
Murcia tiene,
pero lejos,
pues ella no lo conoce.
También tiene dunas y calas,
pinares en las montañas,
una serie de mesetas,
y un rio con verdes aguas.
Un clima subtropical,
y una gran gastronomía.
La gente que conoció
ya nunca la olvidaría.
Y cuando a Granada volviera
A Murcia se llevaría.
Saludos de crisálida quien lleva un año a cargo de este blog cuya función es hacer disfrutar a quien lo visite con sus poemas y relatos, y compartir materiales de su trabajo con los alumnos.
sábado, 4 de abril de 2009
El reino de Murcia.
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