lunes, 20 de abril de 2009

Gelida soledad

http://espejoopalino.blogia.com/upload/20080601155731-desnudo.jpg

Nos dejamos llevar por el impulso
siguiendo el latir de nuestro corazón;
haciendo daño a aquel a quien amamos
vamos tejiendo la desolación.

Lo colmamos de dicha en un momento
para un instante más tarde y sin razón
incarle en su pecho, un aguijón;
que lo deje frio, sin sentido.

Irrumpiendo su sueño vespertino
una noche de gélida soledad,
recibió unas frases resentidas.

No podía entender el desatino,
pensó que actuaría sin maldad,
provocada por antiguas heridas.

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